Pediatría
ISSN impreso: 0120-4912
e-ISSN: 2444-9369
DOI: 10.14295/rp.v57i3.441
Artículo
de Investigación
Estudios de casos y controles: Asociación entre infecciones
gestacionales y el desarrollo de defectos congénitos en recién nacidos de
hospitales de la ciudad de Bogotá, durante el periodo 2001-2018
Case-control study:
Association between gestational infections and the development of congenital
abnormalities in newborns from hospitals in the city of Bogotá, during the
period 2001-2018
Stefania López-Escruceríaa
Sebastián Saldaña-Francoa, Ithzayana Madariaga Perpiñánb,
Diana Cristina Patiño-Cuervoa, María
Camila León-Sanabriab, Diego Rossellic, Ignacio Zaranteb,d,
Gloria Milena Gracia-Charrye
a. Departamento de
Microbiología, Facultad de Ciencias, Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá
D.C., Colombia.
b. Instituto de Genética Humana, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad
Javeriana. Bogotá D.C., Colombia.
c. Departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística, Pontificia
Universidad Javeriana. Bogotá D.C., Colombia.
d. Hospital Universitario San Ignacio. Bogotá D.C., Colombia.
e. Secretaría Distrital de Salud de Bogotá. Bogotá D.C., Colombia.
Fecha de recepción: 18 de febrero de 2023
Fecha de aceptación: 20 de agosto de 2024
Cómo citar: López-Escrucería
S, Saldaña-Franco S, Madariaga Perpiñán I, Patiño-Cuervo DC, León-Sanabria MC,
Rosselli D, Zarante I, Gracia-Charry GM. Estudios de casos y controles: Asociación entre infecciones
gestacionales y el desarrollo de defectos congénitos en recién nacidos de
hospitales de la ciudad de Bogotá, durante el periodo 2001-2018.Pediatr.
2024;57(3):e484.
Autor de correspondencia: Ignacio Zarante. Correo: izarante@javeriana.edu.co
Editor en jefe: Álvaro
Jácome Orozco
Resumen
Antecedentes: Las
infecciones gestacionales que llevan al desarrollo de infecciones prenatales,
son un importante problema de salud pública, especialmente en países en vía de
desarrollo, ya que los agentes etiológicos pueden afectar el desarrollo fetal y
por ende asociarse con discapacidad y muerte fetal.
Objetivos y Métodos: Determinar la asociación entre las infecciones gestacionales y el
desarrollo de defectos congénitos (DC). Se realizó un estudio analítico de
casos y controles, con análisis de variables cualitativas y cuantitativas con
datos recolectados por el Programa de Vigilancia y Seguimiento de Anomalías
Congénitas de Bogotá D.C. (PVSACB) incluyendo información autorreferida
por las madres y recolectada a través de la ficha ECLAMC en 23 hospitales de
Bogotá D.C. durante el periodo 2001-2018.
Resultados: Se
registraron en total 474 699 nacimientos en la cuidad de Bogotá D.C. con 4 220
casos y un total de 5 771 controles (relación 1:1.36); incluyendo recién
nacidos cuyas madres estuvieron expuestas o no a infecciones durante el
embarazo. Se encontró que las infecciones bacterianas se asocian con DC en el
sistema craneofacial (OR: 1.45-IC:0.82-2.57), osteomuscular
(OR:1.21-IC:1.06-1.41), nervioso (OR:1.45-IC:1.14-1.84), región oral
(OR:1.51-IC:1.14-2.0) y renal (OR:1.26-IC:0.93-1.71). Las de origen viral se
asocian con los sistemas osteomuscular (OR:3.18-IC:1.78-5.69), nervioso
(OR:2.42-IC:1.03-5.68), región oral (OR:1.67-IC:0.52-5.41) y renal
(3.95-IC:1.67-9.33).
Conclusiones: Encontramos
que las infecciones gestacionales que más mas relacionadas con DC fueron
bacterianas y virales. Las infecciones maternas genitourinarias y respiratorias
fueron las más frecuentes. Es importante profundizar en la asociación de
infecciones por agente etiológico y el desarrollo de DC con el fin de
establecer estrategias para el manejo materno oportuno que permitan reducir una
de las principales causas de morbimortalidad infantil en el país.
Palabras clave: Anomalías Congénitas, Defectos Congénitos, Infección Prenatal,
Infección Gestacional, Complicaciones Infecciosas del Embarazo, Transmisión
Vertical de Enfermedad Infecciosa.
Abstract
Background: Gestational infections leading to
prenatal conditions are a significant public health problem, especially in
developing countries, since infectious agents can affect fetal development,
which could be associated with disability and fetal death.
Objectives and Methods: To determine the association between
gestational infections and the development of congenital abnormalities. An
analytical case-control study was conducted, with analysis of qualitative and
quantitative variables using data collected by the Surveillance and Follow-up
Program for Congenital Anomalies of Bogotá (PVSACB), with data self-reported by
mothers and collected through the ECLAMC record in 23 hospitals in Bogotá D.C.
during the period 2001-2018.
Results: A total of 474 699 births were
registered in Bogotá, D.C., with 4 220 cases and 5 771 controls (1:1.36 ratio),
including newborns whose mothers were or were not exposed to infections during
pregnancy. Bacterial infections were found to be associated with congenital
abnormalities in the craniofacial (OR: 1.45-IC:0.82-2.57), musculoskeletal
(OR:1.21-IC:1.06-1.41), nervous (OR:1.45-IC:1.14-1.84), oral region
(OR:1.51-IC:1.14-2.0) and renal system (OR:1.26-IC:0.93-1.71). Those of viral
origin are associated with musculoskeletal (OR:3.18-IC:1.78-5.69), nervous
(OR:2.42-IC:1.03-5.68), oral region (OR:1.67-IC:0.52-5.41) and renal systems.
(3.95-CI:1.67-9.33).
Conclusions: The gestational infections most
associated with congenital abnormalities were bacterial and viral. Maternal
genitourinary and respiratory infections were the most frequent. It is vital to
delve into the association of disorders by etiological agents and the
development of congenital disabilities to find strategies for opportune
maternal management to reduce one of the country's leading causes of infant
morbidity and mortality.
Keywords: Congenital Abnormalities, Birth Defects,
Prenatal Infections, Gestational Infections, Infectious Pregnancy
Complications, Vertical Infectious Disease Transmission.
Introducción
Las infecciones congénitas
constituyen una de las principales causas de morbilidad y mortalidad fetal y
neonatal, por lo cual siguen siendo un importante problema de salud pública a
nivel mundial, especialmente en países en vías de desarrollo. (1) La infección
prenatal suele producir prematurez, restricción en el
crecimiento intrauterino (RCIU), ictericia neonatal, cardiopatías congénitas y
otras alteraciones. Algunos de estos agentes infecciosos teratogénicos más
frecuentes son virus como: el de la rubéola, citomegalovirus, herpes simple,
zika, hepatitis B, chikungunya, dengue y
varicela-zoster; bacterias como: Treponema pallidum,
Gardnerella vaginalis, Mycoplasma spp; parásitos como:
Toxoplasma gondii, Trypanosoma cruzii;
y hongos como: Cándida spp. Estos agentes
infecciosos cobran relavancia clínica dependiendo el
trimestre de embarazo en el cual infectan a la gestante, las afectaciones y por
ende las secuelas que pueden causar en el recién nacido (2).
Se define como anomalía o
defecto congénitos (DC) cualquier alteración de la estructura anatómica,
funcional o bioquímica producida en cualquier etapa de la gestación. Se pueden
detectar antes, en el nacimiento o en los primeros años de vida y se clasifican
de acuerdo con su complejidad, en malformaciones mayores o menores (3). Los DC
son un problema global, se estima que cada año 79 millones de niños en el mundo
nacen con alguno de estos, 3.3 millones menores de cinco años, mueren debido a
los mismos y 3.2 millones tienen una condición de discapacidad asociada a estas
patologías (4).
El Programa de Vigilancia y
Seguimiento de Anomalias Congénitas de Bogotá D.C.
(PVSACB) es coordinado por la Secretaría de Salud de
Bogotá D.C. y el Instituto de Genética Humana de la Pontificia
Universidad Javeriana. Este programa de vigilancia registra y recolecta
información de los nacimientos de 23 hospitales en Bogotá D.C. (5,6). Se hace
vigilancia desde 2001 con base en la metodología del Estudio Colaborativo
Latinoamericano de Malformaciones Congénitas (ECLAMC). El ECLAMC es un programa
de investigación clínica y epidemiológica de las anomalías congénitas en
nacimientos hospitalarios latinoamericanos, tiene el objetivo de estudiar los
factores de riesgo de estas a través de la metodología de caso-control (7).
Estudios a nivel
internacional como el trabajo realizado en China por Wang Y, demostró que la
infección por los agentes que hacen parte del síndrome de STORCH eran un factor
de riesgo significativo de daño severo en el feto, especialmente defectos
congénitos (8). En un estudio realizado en la ciudad de Cali, Colombia, de un
total de 54 193 nacidos en el período analizado entre 2011 y 2017, 1 389 de
estos (2.56 %) presentaban un DC (9).
El objetivo del presente
estudio es explorar mediante un estudio de casos y controles, la asociación de
las infecciones gestacionales registradas a través de la ficha ECLAMC con la
presencia o no de defectos congénitos haciendo uso de los datos provenientes
del PVSACB de Bogotá D.C., Colombia, durante el periodo 2001-2018.
Metodología
Estudio analítico de casos
y controles, basados en datos cualitativos y cuantitativos auto referidos por
las madres y recolectados a través de la ficha ECLAMC. La información fue obtenida de la base de datos del PVSACB
de Bogotá D.C. durante el periodo de 2001 a 2018.
Dicho estudio cuenta con los avales institucionales y del Comité de Investigación y Ética (CIE) de la
Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana sede Bogotá D.C. (propuesta
SIAP No. 00006555, ID proyecto 0006671, Comité
de ética 2014/197).
La información de los
pacientes fue recolectada de los 23 hospitales de Bogotá D.C.; el 51.1 %
atendían principalmente pacientes del régimen subsidiado con recursos públicos
y el 48.8 % principalmente pacientes del régimen contributivo y de recursos
privados. Respecto al nivel socioeconómico, la distribución principal de las
gestantes atendidas fue: 11 % de los hospitales atendían pacientes de estratos
altos, 7 % estrato medio-alto, 38 % estrato medio, 2 % estrato medio-bajo y 42
% estrato bajo.
Dentro del estudio
caso-control, los criterios de inclusión para los casos comprendían: recién
nacidos vivos y mortinatos nacidos en los hospitales incluidos en el estudio en
los cuales se hace vigilancia dentro del PVSACB que tuvieran un peso mayor o igual
a 500 gramos, con algún DC mayor detectable al examen físico postnatal. El
control se definió como el siguiente: recién nacido vivo, sin ningún DC y de
igual sexo del caso, que haya nacido en el mismo hospital inmediatamente
después del caso. Según el Manual Operativo del ECLAMC, no se selecciona un
control para los mortinatos dado que se ha establecido que aquellos que
ingresan como caso tienen un DC y es difícil encontrar un mortinato no
malformado con características similares en un periodo corto tiempo. En este
estudio los casos y controles fueron registrados por los médicos residentes de
la especialidad de Genética Médica de la Pontificia Universidad Javeriana y por
el médico rural de investigación del Instituto de Genética Humana. Para el
desarrollo del presente estudio se utilizó una base de datos anonimizada de
cerca de 600 000 nacimientos en la ciudad de Bogotá durante el período de
tiempo descrito.
Se
analizaron las siguientes variables cualitativas: sexo del recién nacido,
vitalidad, tipo de agente infeccioso, sistema afectado en el recién nacido y
edad materna distribuida por quinquenios. Los DC se clasificaron según el
sistema o la región afectada en el recién nacido en: sistema cardiovascular;
sistema respiratorio; región de la cara, cuello, nariz y ojo; región oral;
sistema digestivo; sistema genitourinario; alteraciones renales; sistema
osteomuscular; alteraciones de las extremidades; sistema nervioso; alteraciones
del oído; sistema piel y tegumentos; no clasificados; polimalformados
y síndromes. La clasificación está basada en los subgrupos de la European Surveillance of Congenital Anomalies
(EUROCAT) (10) con la siguiente modificación: se separa alteraciones renales de
sistema genitourinario. Las infecciones maternas fueron analizadas con base en
la información consignada en la historia clínica, referencia verbal de la madre
o tipo de medicamento utilizado en su tratamiento. Se consideró como infección
mixta la presencia de dos o más agentes infecciosos en la misma gestante. Las
variables cuantitativas evaluadas fueron: edad materna, edad gestacional (EG),
año de nacimiento (discreto) y peso del recién nacido.
Se realizó un análisis univariado utilizando métodos de estadística descriptiva
básica de la herramienta Microsoft Excel 365. Las variables cualitativas
se analizaron por distribución de frecuencias, mientras que para el análisis de
las variables cuantitativas se utilizó la prueba t-Student
para dos muestras suponiendo varianzas desiguales e iguales. Posteriormente se
realizó el análisis de asociación con la prueba chi-cuadrado empleando el software
Epicalc 2.0 para las variables: tipo de agente
etiológico y sistema afectado (cardiovascular; cara, cuello, nariz y ojo; oído,
genitourinario, piel y tegumentos, respiratorio, región oral, digestivo,
osteomuscular, nervioso, renal, otros no clasificados, polimalformados
o sindromáticos).
Resultados
Se registraron en total 474
699 nacimientos en la ciudad de Bogotá, de los cuales se obtuvieron 4220 casos
y 5771 controles para una relación de 1:1.36 (ver Tabla 1). Los controles
fueron tomados del mismo hospital al nacer y del mismo año de nacimiento del
caso, organizándolos en orden cronológico según el año de nacimiento, sin
parear por ninguna variable.
De acuerdo con lo anterior,
se observó que las infecciones de origen bacteriano y viral fueron el principal
agente etiológico identificado, tanto en el grupo de casos como en los
controles, los sistemas genitourinario y respiratorio fueron los más afectados
en las madres expuestas a infecciones.
En cuanto a la edad
gestacional (EG) del recién nacido, tanto en casos como en los controles se
evidenció que la mayoría de los neonatos fueron a término (RNT) como se observa
en la Tabla 1, con un mayor porcentaje de recién nacidos pretérmino (RNPT) en los
casos con respecto a los controles.
Tabla 1. Características generales de la población
estudiada
|
Casos |
Controles |
OR (IC 95%) |
n = 4 220 |
n = 5 771 |
|
|
Hombres
(%) |
2 323 (55.1 %) |
3 112 (53.9 %) |
|
Peso
al nacer: gramos |
|
|
|
Media (DE)* |
2 789 (646) |
2 982 (470) |
|
Mediana (RIC) † |
2 860 (720) |
3 000 (550) |
|
Rango |
4 500 (500-5000) |
5 070 (830-5900) |
|
Edad
gestacional: semanas |
|
|
|
Media (DE)* |
37.5 (2.7) |
38.2 (1.8) |
|
Edad
de la madre: año |
|
|
|
Media (DE)* |
25.9 (7.3) |
25.5 (6.9) |
|
Expuestas
a infección Infección
bacteriana Infección
viral Infección
parasitaria Infección
mixta Total |
1 936 63 194 24 20 2
186 |
2 468 52 285 31 21 2
703 |
1.1 (1.0-1.2) 1.7 (1.1-2.4) 0.9 (0.8-1.1) 1.1 (0.6-1.8) 1.3 (0.7-2.4) 1.2 (1.1-1.3) |
No
expuestas a infección Infección
bacteriana Infección
viral Infección
parasitaria Infección
mixta Total |
2
284 4
157 4
026 4
196 4
200 2
034 |
3
303 5
719 5
486 5
740 5
750 3
068 |
|
* = DE desviación estándar;
† = RIC rango intercuartílico
Para las variables
cuantitativas se encontró que la diferencia de peso al nacer y de la EG entre
casos y controles de madres expuestas a infecciones gestacionales fue
estadísticamente significativa (p-valor = < 0.001) con menor peso y menor EG
en los casos respecto a los controles, mientras que no hubo diferencias
asociadas con la edad materna entre estos dos grupos (ver Tabla 1).
En cuanto a la asociación
entre el auto-reporte de infecciones con la aparición
de DC, se encontró una asociación positiva entre ambos. De la misma forma se
evidencio asociación entre las infecciones de tipo viral y bacteriana con el
desarrollo de DC. Para los demás agentes etiológicos (fúngico, parasitario,
mixto) no hubo asociación con ningún defecto congénito (ver Tabla 1). Cabe
resaltar que las gestantes incluidas en este estudio pudieron estar mono-infectadas o poli-infectadas
en uno o más sistemas del cuerpo.
Como resultados relevantes,
se encontraron asociaciones estadísticamente significativas entre
malformaciones de los sistemas craneofacial, sistema nervioso central,
síndromes, sistema renal, sistema osteomuscular y región oral con la existencia
de infecciones, independientemente de su agente etiológico (ver Tabla 2).
Tabla 2. Asociación entre los sistemas afectados en el recién nacido y
exposición a infección
Sistema con defecto
congénito |
n |
OR |
IC 95 % |
Cardiovascular |
106 |
1.23 |
0.93-1.62 |
Genitourinario |
60 |
1.02 |
0.71-1.45 |
Digestivo |
143 |
1.26 |
0.99-1.61 |
Nervioso |
157 |
1.46 |
1.15-1.86 |
Región oral |
109 |
1.36 |
1.02-1.8 |
Renal |
95 |
1.38 |
1.02-1.87 |
Respiratorio |
9 |
0.79 |
0.34-1.84 |
Oído |
35 |
1.24 |
0.77-2.01 |
Piel y tegumento |
87 |
1.2 |
0.89-1.64 |
Osteomuscular |
85 |
0.95 |
0.71-1.27 |
Síndrome |
252 |
1.31 |
1.09-1.58 |
Polimalformados |
526 |
1.14 |
1-1.29 |
No clasificado |
39 |
1.23 |
0.78-1.94 |
En cuanto al tipo de agente
etiológico (ver Tabla 3), se encontró que las infecciones bacterianas estaban
asociadas con el desarrollo de DC en los sistemas cara, cuello, nariz y ojo y
osteomuscular; seguido por sistema nervioso central y la región oral, mientras
que las infecciones virales se asociaron con el desarrollo de defectos del
sistema nervioso central, sistema renal, sistema osteomuscular y polimalformados. Otros hallazgos relevantes fueron la
asociación entre las infecciones fúngicas con DC del sistema osteomuscular y
entre las infecciones parasitarias con anomalías congénitas del sistema
respiratorio.
Tabla 3. Asociación entre los agentes etiológicos y sistemas afectados en
el recién nacido
|
Bacteriana |
Viral |
Fúngica |
Parasitaria |
Mixta |
Total |
||||||||||||
Sistema |
n |
OR |
IC (95 %) |
n |
OR |
IC (95 %) |
n |
OR |
IC (95 %) |
n |
OR |
IC (95 %) |
n |
OR |
IC (95 %) |
n |
OR |
IC (95%) |
Cardiovascular |
91 |
1.08 |
0.82-1.41 |
1 |
0.54 |
0.07-3.94 |
7 |
0.68 |
0.32-1.47 |
1 |
0.91 |
0.12-6.71 |
- |
- |
- |
106 |
1.23 |
0.93-1.62 |
Craneofacial |
25 |
1.45 |
0.82-2.57 |
- |
- |
- |
2 |
0.84 |
0.20-3.46 |
- |
- |
- |
1 |
5.83 |
0.77-44.21 |
30 |
1.89 |
1.05-3.4 |
Genitourinario |
53 |
0.96 |
0.67-1.37 |
- |
- |
- |
2 |
0.31 |
0.08-1.25 |
- |
- |
- |
1 |
2.17 |
0.29-16.28 |
60 |
1.02 |
0.71-1.45 |
Digestivo |
120 |
1.06 |
0.83-1.35 |
4 |
1.64 |
0.59-4.57 |
12 |
0.89 |
0.49-1.60 |
3 |
2.06 |
0.63-6.8 |
2 |
2.03 |
0.47-8.69 |
143 |
1.26 |
0.99-1.61 |
Nervioso |
128 |
1.13 |
0.89-1.44 |
5 |
2.01 |
0.80-5.06 |
9 |
0.64 |
0.33-1.26 |
2 |
1.35 |
0.32-5.66 |
3 |
2.98 |
0.88-10.04 |
157 |
1.46 |
1.15-1.86 |
Región oral |
89 |
0.60 |
0.46-0.77 |
3 |
1.67 |
0.52-5.41 |
8 |
0.8 |
0.39-1.64 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
109 |
1.36 |
1.02-1.8 |
Renal |
73 |
0.98 |
0.72-1.33 |
5 |
3.27 |
1.29-8.30 |
7 |
0.81 |
0.38-1.75 |
2 |
2.17 |
0.51-9.12 |
2 |
3.2 |
0.74-13.77 |
95 |
1.38 |
1.02-1.87 |
Respiratorio |
6 |
0.5 |
0.2-1.28 |
1 |
5.24 |
0.69-39.66 |
- |
- |
- |
1 |
8.82 |
1.15-67.6 |
- |
- |
- |
9 |
0.79 |
0.34-1.84 |
Oído |
29 |
1.02 |
0.63-1.66 |
1 |
1.67 |
0.23-12.23 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
35 |
1.24 |
0.77-2.01 |
Piel y tegumento |
72 |
0.95 |
0.70-1.30 |
1 |
0.65 |
0.09-4.76 |
8 |
0.96 |
0.47-1.96 |
- |
- |
- |
1 |
1.63 |
0.22-12.19 |
87 |
1.2 |
0.89-1.64 |
Osteomuscular |
72 |
0.84 |
0.62-1.13 |
- |
- |
- |
10 |
1.09 |
0.57-2.08 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
85 |
0.95 |
0.71-1.27 |
Síndrome |
198 |
0.97 |
0.81-1.18 |
7 |
1.66 |
0.75-3.68 |
26 |
1.13 |
0.75-1.70 |
3 |
1.19 |
0.36-3.91 |
2 |
1.17 |
0.27-5.01 |
252 |
1.31 |
1.09-1.58 |
Polimalformados |
421 |
0.89 |
0.78-1.02 |
16 |
1.70 |
0.97-2.99 |
48 |
0.92 |
0.67-1.26 |
5 |
0.88 |
0.34-2.28 |
4 |
1.05 |
0.36-3.05 |
526 |
1.14 |
1-1.29 |
No clasificado |
27 |
0.75 |
0.47-1.21 |
1 |
1.49 |
0.2-10.89 |
2 |
0.53 |
0.13-2.16 |
1 |
2.5 |
0.34-18.57 |
1 |
3.7 |
0.49-27.87 |
39 |
1.23 |
0.78-1.94 |
Discusión
Según la literatura
mundial, las infecciones cérvico-vaginales son responsables de una alta tasa de
morbi-mortalidad fetal durante la gestación, lo cual
probablemente sea consecuencia entre otros factores, de los cambios hormonales
que repercuten en alteraciones del microbiota vaginal (11) (12). En el presente
estudio se estableció que tanto el sistema genitourinario como el respiratorio,
fueron los más afectados por las infecciones gestacionales; en este sentido, es
importante explorar su relación con desenlaces perinatales adversos como los
defectos congénitos y en consecuencia con la mortalidad neonatal, bajo peso al
nacer (13) y prematurez (14), lo cual concuerda con
hallazgos previos de estudios de casos y controles, reportados en la literatura
(15).
Diversos estudios han
corroborado la relación existente entre los patógenos del grupo STORCH y la
aparición de defectos congénitos como: microcefalia, calcificaciones
intracraneales, cardiopatías o alteraciones hepáticas, lo cual ha contribuido a
la creación de medidas preventivas para el manejo de estas patologías durante
el embarazo como políticas de salud pública (16–19). Sin embargo, al realizar
una búsqueda estructurada en bases de datos como EBSCOhost, PUBMED,
Scopus, SciELO, se hizo evidente la escasez a nivel
nacional de estudios que establezcan o descarten la asociación entre otros
agentes etiológicos con la presencia de defectos congénitos.
A pesar de que en este
estudio no se encontraron diferencias estadísticamente significativas que
sugieran alguna correlación con las edades maternas extremas, se ha documentado
en la literatura que, a mayor edad materna, mayor riesgo de patologías secundarias
relacionado con la no disyunción cromosómica, como trisomías 13,18 y 21 (20) o
defectos del tubo neural (21). Mientras que, a menor edad materna, existe mayor
riesgo de gastrosquisis, estenosis pilórica, entre otras entidades (22,23).
Uno de los hallazgos más
llamativos en este estudio, fue la asociación entre las infecciones de tipo
bacteriano y viral presentadas durante el embarazo y el desarrollo de defectos
congénitos. En un estudio de Santos Solís M et al (24), la presencia de episodios
febriles por causas infecciosas en el primer trimestre de gestación duplicó la
aparición de malformaciones congénitas en las gestantes estudiadas. De igual
manera, las enfermedades infecciosas que afectaron a las gestantes durante el
primer trimestre del embarazo triplicaron el riesgo de desarrollar
malformaciones congénitas en el feto (24).
Los defectos congénitos del
sistema craneofacial son uno de los más frecuentes representando entre 10 y 15
% de las anomalías congénitas, los cuales se acompañan de un alto impacto en
los recién nacidos y en sus familias, ya que pueden poner en peligro la vida o
dejar secuelas permanentes. (25–27). Sin embargo, no hay evidencia en la
literatura acerca de la posible asociación entre los defectos craneofaciales
con la presencia de infecciones gestacionales y sus posibles agentes
etiológicos.
Un estudio realizado por
Wang et al, demostró que las gestantes con infecciones activas (anticuerpos
STORCH IgM positivos) se asociaron con recién nacidos que presentaban defectos
congénitos, por esta razón se hace relevante prevenir o tratar a tiempo las
infecciones durante el embarazo (28).
Se encontró que defectos
congénitos en los sistemas renal, cara, sistema nervioso central y
osteomuscular estaban asociados con la presencia de alguna infección
gestacional. En el 2017 Sunitha et al, demostraron
que el 20 % de los recién nacidos hijos de gestantes en alto riesgo obstétrico
y que presentaban un defecto congénito en el sistema renal tenía como
antecedente infección por Toxoplasma gondii (p<0.05) (29,30). Otros
autores como Abdul et al, Barycheva et al
y Wang et al encontraron DC como hidrocefalia, microcefalia y
anencefalia relacionadas con infecciones por citomegalovirus, rubeola y Toxoplasma
gondii (28,31).
Según Jenkins et al,
se han identificado factores de riesgo para el desarrollo de cardiopatías
congénitas, entre las que se encuentran infecciones con virus de de la inmunodeficiencia humana (VIH), rubeola e influenza
durante el embarazo (32). Otro estudio realizado por Lai
et al, demostró asociaciones
estadísticamente significativas entre infecciones maternas como la influenza y
el herpes con cardiopatías coronarias congénitas (33). Sin embargo, lo anterior
difiere con los hallazgos del presente estudio. Cabe resaltar que, a
partir del 2014, Colombia se declaró libre de circulación del virus de la
rubeola, entidad asociada con los DC (34).
En los estudios realizados
por Yazdy M. et al, y Feldkamp
M. et al, se demostró la existencia de una asociación entre las
infecciones urinarias (ocurridas en semanas previas a la concepción o durante
el primer trimestre del embarazo) y la presencia de defectos congénitos
asociados a sistema digestivo (35,36). En el actual estudio no se encontraron
asociaciones estadísticamente significativas entre ambos eventos.
Es importante resaltar que los resultados de las serologías reportadas por el
laboratorio clínico permiten conocer si la gestante cursa con una
primoinfección (infección primaria) o una reinfección e incluso una
reactivación (en casos de inmunosupresión). Teniendo en cuenta lo anterior, se
ha reportado que algunos agentes teratogénicos tienen mayor impacto cuando se
produce la primo infección en un trimestre temprano del embarazo, llevando a
que un defecto congénito se presente con mayor probabilidad (17).
Dentro de las limitaciones
de este estudio, se encuentra que la determinación de presencia o ausencia de
infecciones maternas durante el embarazo fue obtenida a través del auto-reporte de las gestantes, lo cual podría generar sesgo
al depender de múltiples factores como: la precisión de la memoria de las
pacientes entrevistadas, el completo diligenciamiento de la ficha, entre otros.
Adicionalmente, existe la posibilidad que las madres cuyos hijos(as) tuvieron
algún defecto congénito hayan sido más acuciosas en recordar alguna posible
causa que explique la patología, contrario a lo que pudo ocurrir en aquellas
madres cuyos hijos nacieron sin DC y que hayan subestimado este dato. Además,
es importante tener en cuenta que se llevó a cabo un análisis univariado, lo que podría limitar la comprensión de las
relaciones entre las variables. Por lo tanto, se sugiere la consideración de
realizar análisis multivariados en investigaciones futuras.
Otra de las limitaciones
del estudio, corresponde a la ausencia de la confirmación de la infección en
términos del respectivo aislamiento del agente etiológico o de la
identificación indirecta del mismo en la mayoría de las madres, lo cual se
trató de solventar a través de la indagación de manifestaciones clínicas y
manejo farmacológico de la madre, que contribuyeran a clasificar la etiología
de la infección por parte del personal médico entrevistador. Por otra parte,
variables como el tipo de tratamiento farmacológico empleado y/o la presencia
de fiebre durante la gestación, considerados agentes teratogénicos por la
literatura no fueron tenidas en cuenta al realizar el análisis en esta
población.
Conclusiones
Las infecciones que más se
asociaron con defectos congénitos fueron las de origen bacteriano y viral, los
sistemas maternos más afectados correspondieron a genitourinario y
respiratorio. En el presente análisis se encontraron asociaciones
estadísticamente significativas entre el desarrollo de DC e infecciones
gestacionales, principalmente en los sistemas craneofacial, nervioso, renal,
osteomuscular, región oral y síndromes en el recién nacido, siendo este estudio
pionero en su tipo a nivel nacional.
Es importante profundizar
en la asociación entre las infecciones gestacionales por grupo etiológico,
considerando su alta frecuencia en las mujeres embarazadas, y el desarrollo de
defectos congénitos en el feto; ya que un tratamiento temprano y oportuno de la
madre podría disminuir el desarrollo de estas anomalías en la población
infantil. Lo anterior se suma al alto costo del manejo clínico de los DC para
el sistema de salud y no menos importante, al impacto de estas patologías en la
calidad de vida de los pacientes y sus familiares.
Con el presente trabajo se
establece además la sugerencia de realizar un modelo a futuro de estudios de
seguimiento en niños nacidos de madres que hayan presentado infecciones
gestacionales y el desarrollo tardío de DC; lo anterior en relación con el hecho
que varias de las anomalías congénitas producto de infecciones prenatales, son
asintomáticas en el recién nacido, haciéndose aparentes las secuelas en edades
más avanzadas como puede suceder después de los 2 años de vida.
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