Pediatría
ISSN impreso:0120-4912
e-ISSN:2444-9369
DOI:
10.14295/rp.v57i2.494

Artíuclo de opinión

Artículo de opinión


Panorama de la fenilcetonuria en Colombia


Current landscape of phenylketonuria in Colombia




Ana María Zarante-Bahamóna, Sandra Milena Navarro Marroquínb, Juan Carlos Prietoc, Lissete Cabarcas Castrod, Marvid Sol Duarte Morenoe, Oscar Mauricio Espitia Seguraf, Ignacio Zaranteg, Luz Helena Castaño Torresh, Sandra Catalina Mesa Restrepoi, Carolina Baqueroj, SandraYaneth Ospina Lagosk

a. Hospital Universitario San Ignacio. Bogotá-Colombia. Correo electrónico:amzarante@husi.org.co.
b.Hospital Universitario San Ignacio, Bogotá, Colombia. Correo electrónico:smnavarro@husi.org.co.
c. Instituto de genetica humana universidad javeriana. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: jcprieto@javeriana.edu.co.
d. Instituto Roosevelt. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: lcabarcas@ioir.org.co.
e. Hospital Internacional de Colombia, Clinica Materno infantil San Luis, Bucaramanga, Santander. Correo electrónico: msduartem@gmail.com.
f. HOMI Fundación Hospital Pediátrico la Misericordia; RICCNeP Red de Investigaciones Cualitativas y Cuantitativas en Neuropediatría. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: oespitias@homifundacion.org.co.
g. Instituto de Genetica Humana, Pontificia Universidad Javeriana, Hospital Universitario San Ignacio. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: izarante@javeriana.edu.co.
h.Danone Baby Nutrition Colombia. Correo electrónico: luzhelenacastano@hotmail.com.
i. Hospital Pablo Tobon Uribe. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: smesar@hptu.org.co
j. Departamento de Pediatría - Hospital Pablo Tobón Uribe// Asesor técnico científico Sura Ayudas Diagnosticas. Bogotá, Colombia. Correo electrónico:cbaquero@hptu.org.co.
k. Universidad Nacional de Colombia departamento de Morfología Instituto de Genética Universidad Nacional.Bogotá, Colombia. Correo electrónico: saospinal@unal.edu.co.


Recibido:26 de septiembre de 2023 Aceptado:5 de mayo de 2024


Citación:Zarante-Bahamón AM, Navarro Marroquín SM, Prieto JC, Cabarcas Castro L, Duarte Moreno MS, Espitia Segura OM, Zarante I, Castaño Torres LH, Mesa Restrepo SC, Baquero C, Ospina Lagos SY. Panorama de la fenilcetonuria en Colombia. Pediatría. 2024; 57(2):e494.


Autor para la correspondencia: Ana María Zarante-Bahamón. Correo electrónico: amzarante@husi.org.co.


Editor en jefe: Alvaro León Jácime Orozco




Resumen

Antecedentes: La fenilcetonuria (PKU), es  un error innato del metabolismo secundario a un defecto del metabolismo hepático de la fenilalanina. Su acumulación afecta principalmente el sistema nervioso central, generando discapacidad cognitiva y alteración comportamental importante.
Tema: El diagnóstico temprano mediante el cribado neonatal, permite modificar la historia natural de la enfermedad y brindar un adecuado asesoramiento genético.
Conclusión: Los autores damos una revisión al estado actual de la patología y el tamizaje neonatal en Colombia, así como los retos en el seguimiento y manejo de estos pacientes diagnosticados temprana o tardíamente.

Palabras claves: Fenilcetonuria, cribado neonatal, discapacidad cognitiva, Colombia.


Abstract

Background: Phenylketonuria (PKU) is an inborn error of hepatic phenylalanine (Phe) metabolism. Chronic Phe accumulation is deleterious to the central nervous system, as it causes cognitive impairment and severe behavioral disturbance.
Topic: Early diagnosis through neonatal screening is pivotal as it allows for modifying the disease's natural course and offers timely genetic counseling.
Conclusions: We aim to review the current overview of the disease and neonatal screening in Colombia while approaching the challenges in therapy and follow-up of early and late-diagnosed patients.

Key words: Phenylketonuria, Neonatal Screening, cognitive impairment, Colombia.


 

Introducción

La fenilcetonuria (PKU) es un error innato del metabolismo (EIM), de herencia autosómica recesiva, caracterizado por la incapacidad del organismo para trasformar la fenilalanina (FA) en tirosina (Tir) debido a deficiencia de la enzima fenilalanina hidroxilasa (FAH). La acumulación de FA plasmática causa alteraciones en diferentes sistemas, principalmente a nivel del sistema nervioso central, piel y cabello,  dando lugar a manifestaciones propias de la enfermedad, incluyendo microcefalia, retraso psicomotor, déficit cognitivo, autismo, problemas de comportamiento y convulsiones. En todo su espectro de manifestaciones, la PKU conlleva importantes alteraciones en la función cognitiva, conductual y neurológica1, que suponen una carga de enfermedad que impacta en la calidad de vida del paciente, familia, cuidadores y en el sistema sanitario2.  

El grado de severidad de la alteración de la función enzimática conlleva a diferentes grados de afectación orgánica con un espectro variable de gravedad, impactando en la respuesta a los tratamientos. Se han establecido diferentes rangos para clasificar los pacientes al momento del diagnóstico, facilitando en la práctica clínica una aproximación de severidad y tolerancia a la FA en la dieta. De esta manera, se considera: hiperfenilalaninemia 120-360 mmol/L (2-6 mg/dL), PKU leve 360-900 mmol/L (6-15 mg/dL), PKU moderada 900-1200 mmol/L (15-20 mg/dL) y PKU clásica >1200 mmol/L (>20 mg/dL)3,4.

El diagnóstico y tratamiento precoz pueden mejorar los desenlaces clínicos y calidad de vida de los pacientes con PKU. Una revisión sistemática de la literatura5 a partir de 20 estudios en países latinoamericanos, incluido Colombia, estimó que 18% de la población con PKU presenta discapacidad intelectual, 15% retraso motor y 35% déficit del habla, reflejando las limitaciones para la detección oportuna, a pesar de estimar que aproximadamente 46% de los recién nacidos (RN) en Latinoamérica tienen acceso a tamización neonatal para PKU6.

Con lo anterior se reconoce que existen necesidades insatisfechas y desafíos socioeconómicos, con información regional escasa en términos de comportamiento epidemiológico de la enfermedad y países como Colombia, avanzan hacia la adopción de intervenciones efectivas para mejorar la identificación temprana y manejo de la población afectada. Este documento expone el panorama actual de la PKU en Colombia, incluyendo barreras existentes.


Desarrollo del tema:

Epidemiología e identificación de la PKU

De acuerdo con la información reportada, la frecuencia de PKU es variable2,7. El análisis de la incidencia promedio de PKU en los diferentes países que cuentan con información disponible a partir de programas de tamización, muestra valores de 1:23,518 (rango entre 1: 12,473 y 1: 161,748 nacidos vivos (NV)9. Las prevalencias reportadas por NV son mayores para países como Ecuador (1,2 :10.000), Chile (1:14.000), Argentina (1:15.715), Brasil y México (1: 25.000)8. Destaca además que, en América, contrario al resto del mundo, la frecuencia de fenotipo clásico no es predominante y cerca de la mitad de los individuos afectados presentan PKU leve o hiperfenilalaninemia 2.    

En Colombia, según la frecuencia de enfermedades genéticas basado en el patrón de herencia y la frecuencia de aparición de la enfermedad, se estima 1 caso por cada 10.000 nacimientos con una proyección de 2931 casos entre 1996 y 20259; sin embargo, el registro de enfermedades huérfanas solo cuenta con un total de 29 casos reportados hasta enero de 2023 10. La caracterización de estos casos muestra mayor frecuencia en Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca y Bogotá, predominando el género masculino (58,6%). El subreporte de PKU en el país, se atribuye en parte a falta de identificación de signos y síntomas sugestivos de la enfermedad. La orientación diagnóstica se debe realizar por pediatría a través de evaluación clínica y aplicación de escalas de neurodesarrollo. Adicionalmente, en casos de microcefalia, facies anormales y defectos cardíacos congénitos, debería descartarse embriopatía por PKU y buscar esta condición en la madre. Las pocas experiencias publicadas de PKU en Colombia, incluyendo la presentación de casos 11,12 y la caracterización fenotípica y molecular de una familia colombiana13, exponen la importancia del tamizaje metabólico neonatal para incidir favorablemente en el curso de la enfermedad.


Tamización de la fenilcetonuria

La tamización neonatal de enfermedades raras hace parte del programa de salud pública cuyo objetivo es impactar en la reducción de morbilidad y mortalidad neonatal de algunas enfermedades metabólicas identificadas en fase presintomática a partir del análisis de muestras de sangre mediante métodos automatizados y sistemas de seguimiento clínico. Países como México, Honduras, Panamá, Chile, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina, emitieron leyes para tamización neonatal de enfermedades raras en las últimas décadas14, sin embargo, el retraso en la implementación de dichos programas ha sido documentado junto con la necesidad de avanzar hacia objetivos como asegurar el diagnóstico oportuno, disponibilidad de tratamientos y seguimiento, para garantizar la atención integral de los individuos detectados15,16.

La PKU fue la primera patología en la que se realizó tamización masiva y desde entonces se conoce el impacto de la detección precoz de la enfermedad. En Latinoamérica, la tamización neonatal para PKU se ha implementado con diferentes modalidades de organización y cobertura9, sin contar con registros nacionales precisos.

En Colombia se inició el programa de tamización neonatal para hipotiroidismo congénito (HC) en el año 2000, descentralizado y con un registro de cobertura de 81% en 2018, con emisión de La Ley de Tamizaje Neonatal desde el 201916, definiendo la creación del programa de Tamizaje Neonatal a cargo del Ministerio de Salud y Protección Social, para garantizar la organización, operatividad y seguimiento de este. La detección mediante tamización neonatal permite tratar casos presintomáticos y facilita la prevención primaria mediante asesoramiento genético a portadores o afectados; actualmente en el país, la mayoría de los pacientes con PKU se diagnostican tardíamente.

Las tecnologías usadas para la aproximación diagnóstica de PKU se clasifican según su uso, sin contar con la disponibilidad total de ellas en el país (Tabla 1).


Tabla 1.Tecnologías para tamización y diagnóstico de PKU, disponibilidad en Colombia

Tecnología

Estudios

Tamización  

   Ensayo de Inhibición bacteriana de Guthrie.

   Cuantificación de aminoácidos y fenilalanina*

   Determinación de tirosina

Diagnóstico

   Cuantificación de aminoácidos y fenilalanina*

   Determinación de tirosina

   Perfil de pterinas en orina

   Dihidropterina reductasa sérica

Confirmatoria

   Estudio molecular gen PAH*

*Disponibles actualmente en Colombia

Fuente: Adaptado de https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/Bibliotec  

Según los lineamientos para tamización metabólica básica, se debe realizar la prueba obteniendo por punción de talón muestra de sangre en papel filtro. Para la prueba de FA el punto de corte definido fue ≥ 2mg/dL, luego de iniciar alimentación, con un tiempo ideal de realización entre 24 a 72 horas. Los casos con resultados positivos se consideran casos probables y deben ser notificados al Sistema de Vigilancia en Salud Pública – SIVIGILA, contar con toma de prueba confirmatoria17,18 y de ser confirmada la enfermedad, deben ser incluidos en programas de seguimiento y tratamiento.


Ruta de atención en Colombia para el paciente con PKU

La ruta de atención en PKU en Colombia involucra atención perinatal para el diagnóstico a partir de tamización y para manejo de la condición. Los pacientes con PKU ingresan por diferentes vías: tamización, atención médica clásica, consulta de pediatría, vigilancia epidemiológica o pruebas diagnósticas (estudios moleculares o bioquímicos), considerando el estudio genético (secuenciación de nueva generación con variantes en el número de copias para el gen PAH) como el examen confirmatorio.

El modelo ideal de atención en PKU debe ser articulado, con vías y procedimientos estandarizados para la atención en centros de referencia, independientemente del aseguramiento y de la red de Instituciones Prestadoras de Servicios. En la primera consulta por el especialista, se debe generar plan de seguimiento con tratamiento farmacológico y no farmacológico, resaltando la importancia del manejo nutricional. Los seguimientos idealmente deben ser realizados por medicina general o pediatría y por nutrición especializada, o pediatría de manera domiciliaria o en un centro de atención cerca a su lugar de residencia, con valoración especializada por lo menos una vez al año. Adicionalmente, se recomienda atención por un equipo multidisciplinario conformado por enfermera, equipo de apoyo paraclínico, de salud mental, trabajo social, químico farmacéutico y apoyo administrativo, y de contar con disponibilidad, inclusión en asociaciones de pacientes.

En la actualidad no contamos con lineamientos de manejo, evidenciando dificultades en la integralidad y continuidad de la atención. Los pacientes pueden identificarse a partir del reporte de eventos congénitos hasta el primer año de vida, y posteriormente a través del registro de enfermedades huérfanas. Actualmente, los centros que realizan tamización de PKU no tienen la infraestructura para realizar y garantizar el tratamiento, ni se encuentra un centro habilitado para la atención de pacientes con PKU en el país.

Bajo este panorama, la implementación de una adecuada ruta de atención de PKU en Colombia requiere la superación de diferentes barreras identificadas en varios niveles. El desconocimiento de la enfermedad, falta de articulación e implementación de  un programa integral de tamización, ausencia de lineamientos de manejo y centros especializados de referencia, son algunos de los factores que limitan la oportuna y adecuada atención de los pacientes con PKU en Colombia.


Barreras en la detección de PKU

Pese a que la normativa nacional exige a las entidades aseguradoras la realización de pruebas de tamización de PKU, no existe actualmente un programa estructurado que incluya búsqueda activa de casos, tamización y seguimiento. La falta de responsables directos de la gestión a través de la ruta del paciente es un obstáculo importante que afecta la oportunidad de iniciar tratamiento temprano posterior al diagnóstico.

La disponibilidad de la prueba de cuantificación de FA es limitada, por lo que se debe solicitar la cuantificación completa de aminoácidos en plasma. Adicionalmente, existe falta de oportunidad en la entrega de resultados, lo que impacta negativamente en la posibilidad de tener diagnóstico oportuno e inicio de tratamiento temprano, conociendo que cada 4 semanas de retraso en el inicio del tratamiento, se disminuye aproximadamente cuatro puntos del coeficiente intelectual, recomendado iniciar el manejo antes de los 10 días de edad19.

En Colombia, estas pruebas son realizadas actualmente por el Instituto de Errores Innatos del Metabolismo de la Pontificia Universidad Javeriana, laboratorios farmacéuticos o enviadas al exterior, sin contar con centros de referencia. Dada la baja prevalencia de la enfermedad, la implementación de un laboratorio centralizado está limitada por la inversión en equipamiento y requerimientos para certificaciones de calidad, sin embargo, la costó - efectividad podría ser evaluada a largo plazo a partir de análisis de la discapacidad, morbilidad y mortalidad evitable, reducción de los costos de la rehabilitación requerida en pacientes con diagnóstico tardío, sumado al impacto social y familiar.

La edificación de centros especializados ha sido la principal alternativa para un adecuado diagnóstico, manejo y seguimiento de los pacientes afectados por EIM. En Colombia y en otros países, estos centros facilitan la formación de profesionales, investigación a nivel básico, traslacional y clínico20. Por otra parte, la experiencia con el tamizaje nacional de HC ha mostrado que el seguimiento de los pacientes puede constituir una de las mayores barreras de atención oportuna. Al respecto, es ideal que el control del RN postparto entre los 3 a 5 días, incorpore la tamización de PKU, mejorando la adherencia al seguimiento infantil de familias del área rural o zonas dispersas.

La educación en la enfermedad es una estrategia transversal que apoya los esfuerzos en reconocimiento y consciencia de la PKU, por ello, es necesario entrenar a los profesionales de la salud, educar a padres y cuidadores acerca de la importancia del seguimiento clínico y análisis de los exámenes de tamización.

Finalmente, la sensibilización a nivel gubernamental acerca de las enfermedades genéticas permitirá informar acerca de las repercusiones sociales y económicas de la enfermedad, así como las ventajas del abordaje oportuno.


Diagnóstico tardío: carga de enfermedad y retos terapéuticos

La PKU es un trastorno genético grave que puede ser diagnosticado y tratado de forma eficaz de manera temprana, demostrado por la experiencia de décadas de países desarrollados donde no se presentan pacientes con manifestaciones clínicas tardías debido a la implementación de tamización, diagnóstico y tratamiento temprano con restricción de FA en la dieta, logrando en estos pacientes un coeficiente intelectual cerca de lo normal.

En Países de renta baja o media donde no se realiza tamización efectiva, como en Colombia, la historia natural de la PKU inicia con un niño asintomático que presenta retraso en el desarrollo psicomotor, asociado a trastornos del comportamiento, dificultades de aprendizaje, estableciéndose en muchos casos una discapacidad intelectual, trastorno del espectro autista, ataxia, movimientos anormales y convulsiones21. Se sugiere que los pacientes con trastornos del espectro autista o déficit cognitivo tengan una prueba de cuantificación de FA plasmática; adicionalmente se reconoce que cerca del 10% de los casos pueden presentar un fenotipo atípico con leve o nulo déficit intelectual y adecuado desempeño social. En razón a esta heterogeneidad, las metas terapéuticas en PKU deben ser individualizadas y ajustarse a los recursos de cada paciente, garantizando un buen desenlace neurocognitivo21

Iniciar el tratamiento para la PKU constituye un reto, modificar la dieta e iniciar suplementos nutricionales libres de fenilalanina puede ser desafiante, especialmente en un paciente con déficit cognitivo, barreras socioeconómicas o escasa disponibilidad de alimentos sugeridos para la condición médica. Un estudio en Estados Unidos22, en el cual el 84,3% de los pacientes con PKU inició el tratamiento antes de las dos semanas de vida y un 94% antes de las 4 semanas de vida, reportó una disminución de adherencia a la dieta prescrita conforme aumentaba la edad, cerca de un tercio de los pacientes refirió haber estado fuera de la dieta en algún momento de su vida, con una concentración de FA en sangre por debajo del umbral recomendado de 360 ​​μmol/L en solo 68,5% de los participantes. Estos hallazgos refuerzan la necesidad del acompañamiento y educación del paciente y familiares, el seguimiento estrecho por un nutricionista entrenado y adaptarse a los patrones culturales de cada región.

Pacientes con diagnóstico tardío deben ser tratados, independientemente del grado de afectación de la enfermedad, con el fin de reducir manifestaciones clínicas principalmente a nivel comportamental, retrasar la progresión de la enfermedad, evitar el síndrome de PKU materno y mejorar calidad de vida, siendo fundamental la participación de equipos multidisciplinarios en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes identificados tardíamente.


Opciones terapéuticas para fenilcetonuria en Colombia

El manejo nutricional es una recomendación ampliamente establecida en el manejo de todo paciente con PKU y su objetivo es controlar la ingesta de FA y favoreciendo el consumo de tirosina, garantizando adecuado aporte proteico, energético, de macro y micronutrientes para la edad. El manejo nutricional, llevado a cabo por nutricionistas entrenados, se realiza con alimentos con propósito médico especial (APME) que contienen todos los aminoácidos a excepción de la FA. Los APME no deben ser la única fuente de alimentación y deben seleccionarse de acuerdo con la edad. Para la población menor de 12 meses solo se dispone de una opción en el país, cuya fórmula contiene aminoácidos esenciales y no esenciales, carbohidratos, lípidos, vitaminas, minerales, fibra, fructooligosacáridos + galactooligosacáridos, favoreciendo el control metabólico así como el funcionamiento neurológico y gastrointestinal. En niños mayores, adolescente o adultos, las fórmulas concentradas de aminoácidos son la mejor opción al requerirse menor cantidad de producto, mejorando la adherencia al tratamiento.

Una encuesta acerca de las prácticas de manejo dietario en pacientes con PKU en 22 centros de 13 países en Latinoamérica, incluyendo Colombia, mostró heterogeneidad en las prescripciones totales de proteínas con diferencias sustanciales en la disponibilidad de tecnologías entre los países23.

Adicional a las intervenciones nutricionales en PKU, está disponible en Colombia la sapropterina BH4 dihidrocloruro de sapropterina (Kuvan™), forma sintética del cofactor natural, la tetrahidrobiopterina (BH4). En pacientes con deficiencia de PAH respondedores a dihidrocloruro de sapropterina, a dosis de 10-20 mg/Kg/día, permite el aumento de la actividad de la PAH restituyendo el metabolismo de la FA lo suficiente para reducir o mantener sus niveles plasmáticos y disminuir su acumulación, aumentando la tolerancia a la ingesta dietaría de FA24.

Para evaluar la posible respuesta a la sapropterina se sugiere realizar un test corto en el que se administra el fármaco al paciente, haciendo medición de FA a las entre 24 y 48 horas (Tabla 2), considerándolo positivo si se logra un descenso de más del 30% de los niveles de FA durante el test. Este examen también es útil para realizar diagnóstico diferencial de otras hiperfenialaninemias, como el déficit primario de BH4. El objetivo del test corto de sapropterina es evaluar de manera rápida los pacientes que son candidatos a un test de mantenimiento con la medicación. Según las GPC europeas4, el respondedor en un test de mantenimiento tiene un incremento en la tolerancia de ingesta de  proteína natural >100% o mejoría del control metabólico >75% y los niveles de FA en rango. Durante el test es importante cuantificar la FA ingerida. Estudios realizados con el fármaco, aproximadamente 80% de las personas con hiperfenilalaminemia leves a moderadas responden y el 20% en las PKU clásicas25.

Tabla 2. Test corto de Kuvan

Fuente: elaboración propia con base en información de van Spronsen, 20174 y Anjema, 201325.

Este tratamiento fue aprobado en los Estados Unidos en 2007, Europa en 2008 y Colombia en 201626 para niños y adultos con PKU. Los adultos mayores de 65 años, pacientes con insuficiencia renal, hepática, o con dos variantes patogénicas nulas, no son candidatos para este tratamiento. Pacientes con dos variantes genéticas de respuesta se realiza test de mantenimiento sin necesidad de test corto. Los estudios en población seleccionada han mostrado reducción de FA en poco tiempo, mejor tolerancia de FA en la dieta y un perfil de seguridad aceptable27. El uso a largo plazo de sapropterina en individuos con PKU ha mostrado beneficios en la preservación del funcionamiento intelectual y crecimiento normal en niños que responden a la BH4 con inicio de tratamiento antes de los 7 años de edad28. Del mismo modo, la terapia farmacológica puede ser útil en pacientes con diagnóstico tardío y secuelas neurológicas, incluyendo mujeres en edad reproductiva. En todos los casos se recomienda un seguimiento periódico e individualizado29.

En Colombia las barreras identificadas para el uso de dihidrocloruro de sapropterina incluyen demoras en resultados de pruebas que limitan identificación de candidatos para la terapia y el seguimiento. Respecto al acceso al medicamento, existen dificultades de autorización por restricciones en edad de uso y falta de disponibilidad del medicamento en farmacias institucionales. Del mismo modo, la mayoría de los centros no pueden seguir las mejores prácticas para la realización de una prueba de respuesta debido a barreras culturales, financieras y legislación local30. Adicionalmente, existe desconocimiento de la enfermedad y de las opciones terapéuticas, incluyendo la farmacoterapia que podría reducir el uso de APME, con mejor adherencia del paciente y la familia al tratamiento por mayor tolerancia a la FA.

En todo caso, la gestión de pacientes con sospecha o confirmación de PKU debe tener lugar en un contexto de atención integral multidisciplinaria, programas estructurados de detección y seguimiento, educación sobre la enfermedad y soporte brindado por grupos de pacientes con PKU.


Conclusiones

La PKU es una enfermedad metabólica subdiagnosticada y subtratada en Colombia. El tratamiento temprano puede reducir la incidencia de secuelas neurocognitivas en los afectados y el síndrome de PKU materno. El establecimiento del tratamiento adecuado es también útil en pacientes con diagnóstico tardío con el fin de retrasar la progresión de la enfermedad y reducir la intensidad de las secuelas. En ese contexto, el tamizaje neonatal constituye una estrategia beneficiosa para la detección temprana en el marco de un modelo de atención integral para esta patología y a partir de ello, se denota la importancia de contar con centros de referencia, para ofrecer tratamiento transversal y multidisciplinario.

Se debe resaltar la importancia del genetista clínico en el diagnóstico, manejo, seguimiento y asesoramiento de la enfermedad. Al ser la PKU una enfermedad genética y hereditaria, algunos factores como la consanguinidad o la endogamia, pueden hacer que sea más frecuente su aparición, así como la adecuada interpretación del estudio genético es clave para evaluar pertinencia en la administración de algunos medicamentos disponibles y terapias futuras. Finalmente, el asesoramiento genético no solo impacta al paciente, sino poblaciones especiales como las mujeres gestantes, en quienes el adecuado control metabólico es clave por la conocida teratogenicidad de la FA en altos niveles. El riesgo de tener hijos con la condición dependerá del estado de portador de la pareja, y en el caso de padres con un hijo afectado, su riesgo de recurrencia será de un 25% por cada gestación. Los pacientes con PKU  y sus familias deben tener siempre una valoración por genética.

Adicionalmente, se destaca la importancia de promover la educación en los profesionales de salud involucrados con la atención de pacientes con PKU, la sensibilización a nivel gubernamental y social hacia este tipo de condiciones, y la promoción de asociaciones de pacientes como fuente de educación y apoyo.


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